No es fácil que la política económica actual se mantenga en 2016. La estrategia del gobierno se basa en usar el tipo de cambio como ancla nominal, provocando un atraso cambiario que apunta a moderar la inflación y atenuar el proceso recesivo a través de una recomposición de los salarios reales y en dólares, remendar reservas vía endeudamiento y abastecer el mercado de dólar ahorro con el fin de preservar la estabilidad financiera, al menos hasta las elecciones de octubre.