PRESUPUESTO 2017: APUNTA AL REBOTE EN UN AÑO ELECTORAL. El diseño de la política fiscal del Presupuesto 2017 no es el mejor para estimular a que el sector privado sea pujante, invierta y haga crecer al país, porque no ataca los problemas de fondo que atentan contra la inversión privada, la acumulación de capital, la ganancia de productividad, la generación de empleo y el crecimiento de largo plazo. El problema es que el Presupuesto 2017 no apunta a bajar ninguno de los cuatro problemas que atentan contra la inversión privada, el empleo y el crecimiento económico (relación gasto público / PBI, presión tributaria; costo de capital y relación costo salarial después de impuestos / productividad del trabajo).